viernes, 8 de octubre de 2021

Noise Talks Ep. 2 – Más volumen, por favor

La pregunta del millón

Respuesta rápida

Si deseas subir el volumen de la mezcla final, debes considerar que las plataformas de streaming tienen un límite máximo de -13 LUFS por lo que ir más arriba de eso no te da ningún beneficio, al contrario, deteriora mucho la calidad. Si tú masterizas tu propio material, no tiene caso pasar de -13 LUFS. Si mandas tus mezclas a un estudio de mastering, te recomiendo no pasar de -15 LUFS. 

Ahora bien, si para mantener estos valores debes colocar un peak-limiter, un compresor o bajar el fader del master track entonces checa el video con la respuesta extendida pues en este caso, deberás revisar el volumen de los tracks en tu mezcla y calibrar tus monitores.

Ten en cuenta que medir el volumen a través de Peak-RMS ha quedado en desuso por lo que te sugiero usar un medidor en LUFS.



Respuesta extendida

Es muy importante saber que el volumen de cada track de tu mezcla se suma a la salida final, es por esto que debes estar pendiente de tu master track o master bus o master fader, aún existen editores de audio que te permiten trabajar sin un master track así que debes verificar que tu proyecto tenga uno.

Observa como el volumen de cada track se suma en el master bus, debido a esto, si hay muchos tracks aunque sea con poco volumen, el master track se acerca mucho al pico digital (0 dBFS). He conocido muchos casos de personas que manejan tanto volumen en los tracks separados que se ven obligados a colocar un compresor o limitador en el master bus para no tener clip.


Calibrando monitores

Básicamente, la razón por la que tenemos tanto volumen es porque al momento de monitorear el sonido no sabemos en dónde "estamos parados" y si, por cualquier razón, no lo escuchamos a buen volumen, entramos en pánico y empezamos a subir nuestra señal internamente. 

En realidad, la práctica correcta es subir la salida de nuestros monitores y quitarnos de la cabeza que bajar el volumen es algo negativo. Hagamos una calibración rápida para que siempre sepas si el volumen es suficiente o no.

Necesitarás un tema del artista que más te guste, el editor de audio que prefieras y un medidor de volumen (loudness meter) con escala en LUFS. Procura que el tema sea similar al género musical que compones y con percusiones, procura evitar música de meditación y similar ya que en esos casos el volumen se aborda de otra manera.

  1. Si tienes monitores activos coloca el volumen en 0 si el control es bidireccional y en máximo si es unidireccional, si son pasivos, aplica el mismo criterio al volumen del amplificador.
  2. Baja el volumen de tus monitores desde el output de tu interfaz o consola a lo mínimo que puedas escuchar.
  3.  Crea una sesión de mezcla en tu DAW e importa el tema a un track estéreo, verifica que la sesión tenga un master bus y coloca el medidor de LUFS en el master track.
  4. Dale play y verifica qué volumen en LUFS integradas indica el medidor, si no tiene visible esa opción simplemente debes activarla.
  5. Si el medidor te da un valor superior a los -13 LUFS baja el fader del track (no del master) hasta que te dé -13. 
  6. Una vez que lo hayas logrado, comienza a subir el volumen de tus monitores desde el output de la interfaz hasta que en tu control room sientas un volumen potente pero sin distorsionar, marca en algún lugar conveniente la posición de la perilla de volumen, puede ser una cinta adhesiva, una anotación en tu cuaderno o simplemente una foto con tu celular. 
  7. Repite del paso 4 al 6 pero ahora para -15 LUFS
Ya que tienes marcados tus dos valores, utiliza el de -15 cuando hagas mezcla y el de -13 cuando hagas mastering. Esto te permitirá saber si tu mezcla tiene un volumen adecuado, por supuesto que mientras trabajas instrumento por instrumento, puedes subir el volumen lo que sea necesario siempre que al momento de trabajar la mezcla completa, regreses al valor que marcaste para -15. 
Si al regresar a este valor el volumen de tu mezcla final es muy bajo entonces puedes subir a los faders o bien, desde los plugins. Si por el contrario, el volumen es muy alto entonces deberás bajarlo desde los faders. 
Lo importante es que estarás completamente seguro cuando es la mezcla la que necesita este aumento o disminución porque ahora sabes que tus monitores tienen el volumen correcto. Ahora, si tienes poco volumen no es un problema siempre que trabajes a 24 bits, en otro tutorial veremos porqué.

Una prueba final

  1. Toma cualquier canción de CD o digital que haya salido entre 2005 y 2015 e impórtala a tu proyecto donde calibraste tus monitores. 
  2. Pon mute al primer track que importaste, de manera que solamente suene este nuevo.
  3. Reproduce el tema y baja el volumen hasta que el medidor indique -13 LUFS.
  4. Pon mute a este track y escucha completo el primero.
  5. Ahora escucha completo el segundo.

Escucha cómo el sonido pierde vivacidad y claridad, bueno pues esto es lo que sucederá a cualquier tema que subas para streaming con más de -13 LUFS de volumen… En realidad en las plataformas el sonido será un poco más degradado porque en muchos casos aplican un limitador con un release general.


Consideraciones

  • Ten cuidado con los compresores (y en general cualquier plugin) que suba el volumen del track en el que lo colocas.
  • Si la señal de un track individual no llega al clip, controla el volumen desde el fader, si sí llega al clip entonces localiza el plugin en el que esté clippeando y baja el volumen desde ahí.
  • Utiliza buses para cada sección (batería, guitarras, voces, etc.) si no sabes cómo, no te preocupes, en otro video abordaremos el tema.
  • Si al colocar el volumen de tus monitores en los valores indicados (0 o máx.) escuchas hiss o humming, deberás revisar tu instalación eléctrica.
  • Si sientes que los graves se pierden o aumentan demasiado, esto se debe a las ondas estacionarias, tema que también abordaremos en otro video.

Historia

La búsqueda de mayor volumen no es casualidad y tiene su origen en dos principios básicos: 

1. El cerebro interpreta el aumento de volumen como un aumento en la calidad e impacto.

2. Es una herencia directa de la Guerra de Volumen (Loudness Wars) durante la década de 2000-2010 donde se pensaba que entre mayor volumen tuviera una grabación, más destacaría en la radio.

Es por esto que en el caso de los home-studios, los plugins más buscados sean compresores y limitadores/maximizadores.

Pero debemos tener mucho cuidado cuando aumentamos el volumen ya que debido a que nuestro universo se rige por las leyes de la física y tanto en el audio analógico como digital, el volumen tiene un límite. 

El problema con esta práctica convertimos nuestros limitadores en una prensa: cada vez que nuestro sonido sube de volumen y se acerca al límite, nuestro limitador comenzarán a 'rasurar' los transients y si seguimos subiendo comenzará a 'aplastar' todo, por lo que el sonido resultante tendrá mayor volumen pero menor calidad, cada vez que se aplaste será más cansado de escuchar para el público, hasta el punto de ser insoportable.

Esto es muy común cuando trabajamos en mezclas completas y mastering, pero si regresamos un paso podremos ver que este problema comienza desde que trabajamos la mezcla, track por track.


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