La música independiente es una industria millonaria, financiada por los propios músicos independientes.
Hola, soy el Dr. Noise y les doy la bienvenida a este espacio dirigido a artistas independientes en el que trataremos temas sobre producción musical, con la intención de compartirles experiencias y conocimientos que les ayuden a elevar la calidad de sus producciones y así poder competir con los artistas del mainstream.
Para encontrar el camino hacia una producción que realmente recupere la inversión de los artistas independientes es necesario explorar, entender y aceptar qué es lo que como artistas estamos haciendo bien y pero también qué es lo que estamos haciendo mal, para así poder corregirlo.
En este primer episodio quiero comenzar hablando del "Sonido Independiente", sí, ese término que desde un principio está relacionado con un sonido más crudo, sin tanta producción y que con el paso del tiempo ha adquirido una connotación de cierto orgullo entre los propios artistas independientes. ¿Pero hasta dónde este sonido se traduce en ventas reales o proyección del artista hacia el público?
En el pasado existían escenas independientes, donde la gente que quería escuchar nuevas propuestas asistía a los conciertos o se reunía para intercambiar cintas con demos y por supuesto el público no exigía tanta calidad en el sonido porque se tenía la conciencia de que grabar no era cosa ni fácil ni barata.
En la década de los 2000 cuando comenzó la era de los home studio, no solamente se acercó a los artistas la posibilidad de hacer sus propias grabaciones sino también la de maquilar sus propios CDs, lo que les permitió comercializar aún más sus propuestas ofreciendo un producto de mejor calidad.
El home studio promedio |
Pero desde el momento en que canales como Youtube, iTunes y Spotify tomaron el control del mercado, el paradigma de distribución musical ha cambiado drásticamente: el disco compacto ha quedado casi en el olvido y los álbumes han sido sustituidos por listas de reproducción y son estas listas las que han puesto al descubierto un problema que ha existido desde el inicio de este siglo: El sonido independiente.
Las listas de reproducción mezclan todo tipo de música, mainstream e independiente, incluso de géneros poco compatibles entre sí, y dado que la mayoría de las listas las realizan algoritmos de IA, el resultado es que una canción con "sonido independiente" quede rodeada de canciones muy conocidas o al menos de artistas conocidos.
El efecto que tiene en el público este acomodo de canciones es devastador para una producción independiente pues así sea una o dos canciones el oído de quien escucha se acostumbra al estándar que tienen las producciones mainstream y al llegar al tema independiente la diferencia entre ambos es muy evidente. Por supuesto que el público no notará si se trata del headroom, la conversión analógico-digital o ningún otro término técnico, ellos solamente notarán la diferencia de dimensión entre uno y otro, y es justamente este punto en el que el artista independiente pierde lo más importante en esta industria: la atención de la audiencia.
Para poder comprender bien el fenómeno del sonido independiente debemos poner todo en perspectiva, principalmente no perder de vista que ante todo está el negocio, especialmente de los fabricantes de equipo, quienes han inundado el mercado de mercancía a precios muy accesibles pero al mismo tiempo, de muy mala calidad: instrumentos, interfaces, monitores, material acústico y demás, hasta el punto de poder montar un estudio completo desde unos 2,000 dólares, lo cual en comparación, no representa ni el costo del cableado de un estudio profesional, esa lamentablemente es la realidad actual.
Ejemplo de equipo barato que se vende como "profesional" |
Para poder lograr un sonido con gran dimensión y a un costo accesible para el artista promedio, debemos considerar que más allá de toda esa mercadotecnia existen 4 piezas fundamentales para construirlo:
Instrumentos – ¿Te ha pasado que una grabación independiente, por más que le subas al volumen, siempre se siente como si algo faltara? como si sonara muy pequeña en comparación con una grabación mainstream. La diferencia del peso que tiene el sonido de un instrumento premium contra su versión económica es abismal y contar con muy buenos instrumentos es el punto de partida para lograr un gran sonido.
Micrófonos y acústica – La captación de sonido que corresponde a instrumentos acústicos, amplificadores y voces debe realizarse con micrófonos de la mejor calidad y en la mejor acústica posible. Para ponerlo en perspectiva, salvo muy contadas excepciones, un micrófono que pueda competir con aquellos que usan los profesionales no debe valer menos de 1,000 dólares.
Convertidores – Mejor conocidos como interfaces de audio, estos se encargan de convertir todo el sonido de micrófonos e instrumentos de línea en unos y ceros. El proceso es muy complejo y debe ser realizado con mucha precisión pues de esto depende la integridad del sonido captado, de nada te sirve utilizar micrófonos de gama alta si tu convertidor no lo es. El mercado está inundado de interfaces de muy mala calidad, en la mayoría de los casos cuestan hasta 10 veces menos que los convertidores profesionales.
El cuarto y más importante de todos no tiene que ver con equipo sino con las personas.
Entrenamiento – Uno de los puntos en donde la mercadotecnia ha tenido mayor influencia es en la idea de que uno puede hacerlo todo. Así como la música, el audio también lleva años de estudio y para trabajar una mezcla se debe abordar el sonido desde la perspectiva del audio, lo cual presenta diferentes retos y complejidades de los que enfrenta un músico. Esto se suma a que una producción musical es por naturaleza un proceso complejo que requiere más perspectivas (músicos, ingenieros, productores, diseñadores, etc.) y por esto, es prácticamente imposible que una sola persona se encargue eficientemente de todo.
Observa la cantidad de productos a la venta cuando se busca con el criterio "producción musical, hágalo usted mismo". |
En los siguientes episodios iremos profundizando en cada punto para que sepas hasta donde puedes utilizar lo que tienes o recortar costos y hasta donde no, mientras tanto te dejo con esta reflexión:
Una producción musical tiene un costo mínimo y definitivamente no es barato ni es algo que debas hacer tú solo, pero tampoco necesitas millones ni un ejército de personas a tu servicio para hacer algo espectacular. Así como una banda necesita músicos que toquen diferentes instrumentos para enriquecer una composición; una producción musical necesita de varios especialistas para enriquecerla y convertirla en un producto que recupere la inversión inicial.
Este es el guión de mi sección "Pregúntale al Dr. Noise" dentro del programa de radio Long Time Ago con Dorian Z, mismo que puedes escuchar desde Radio Elite, todos los domingos a las 21 hrs, tiempo del centro de México (CT) y su repetición a través de Atmósfera Radio 105, todos los miércoles a las 20 hrs.
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