Hoy en día existen herramientas gratuitas para prácticamente todo o en el peor de los casos, los costos son muy accesibles pero ¿qué tiene de malo un servicio automatizado de mastering?. Técnicamente nada, el sonido cumple con los requerimientos de la industria, pero... ¿estéticamente?
Quizás la respuesta más obvia es el hecho de que el propio usuario es quien determina si es estéticamente correcto o no por lo que sí, siempre será preciso.
El problema es que, por definición, el verdadero objetivo del mastering es que alguien más revise la grabación y le dé el último tratamiento para preparar el sonido para que entregue su mejor desempeño en todos los sistemas de reproducción comercial, desde bocinas de celular hasta sistemas de high-end.
Pero quizás ese sea el principio de la confusión, tal vez la persona que busca estos servicios automatizados tiene otra idea de lo que es el mastering, pues la mayoría piensa que se trata de subir el volumen general aplicando compresión y ecualización y hacerlo "más estéreo". Visto así, tampoco necesitas un servicio de este tipo ya que puedes hacerlo tú mismo, aquí te digo cómo.
Pero por qué es tan necesario que alguien más revise tu grabación
Antes que nada, todos los ingenieros de mastering partimos del hecho de que hiciste un trabajo perfectamente cuidado y de ninguna manera intentamos "corregir" tu trabajo.
Pero piensa cuántas horas has invertido trabajando en la mezcla, generalmente son meses, no hay manera de que uno mantenga la objetividad después de tanto tiempo trabajando en el mismo proyecto. Es por eso que en el mastering se recurre a oídos frescos, que aporten una perspectiva imparcial al sonido.
Otra cosa que sucede durante todo el proceso de producción es que por diferentes razones, los temas no se graban todos en el mismo estudio o no los mezcla la misma persona o bien, las mezclas se terminan en diferentes momentos de la producción. El mastering se encarga de nivelar todos los temas, tanto en frecuencia como en rango dinámico y por supuesto, volumen. Esta tarea sería demasiado complicada para la persona que mezcló no por falta de habilidad sino porque está tan "acostumbrado" al sonido que dejaría pasar muchas cosas.
Considera también que en el lugar en donde se mezcla se tiene mucho equipo, necesario para hacer este trabajo, este equipo inevitablemente introduce rebotes en el sonido que hacen al ingeniero perder algunas referencias que lo llevarán a quitar o inducir mucha energía en algunas frecuencias. Las ondas estacionarias también juegan un papel muy importante en la manera en que se juzga el sonido de una mezcla, en mi experiencia, el 50% de las mezclas que llegan a mastering tienen mucha energía en los 60 Hz, esto debido a que al monitorear el sonido que sale de las bocinas junto con el que regresa de rebotar en la pared, cancela esta frecuencia, en otras palabras, es muy común que un control room tenga unos 3 metros de profundidad.
En muchos casos, los monitores son de campo cercano por lo que el ingeniero no tiene una referencia precisa cuando se trata de evaluar si una mezcla suena "grande", la relación entre presión sonora y rango de frecuencia no es tan precisa como en el estudio de mastering.
Por todas estas razones en el estudio de mastering no podemos tener un mismo proceso para todo, ni aplicamos todos los procesos. Para sorpresa de muchos, hay casos en los que no usamos compresor (como en el video) y hay otros casos en los que utilizamos dos. Existen otros casos en los que se tiene que hacer todo en el dominio analógico, otros en los que se hace todo en el dominio digital y otros (la mayoría) en los que se hace en ambos.
Además existen otros procesos que realizamos como alineación de fase (muy común cuando se "ensancha" la imagen estéreo de manera artificial) o recuperación de espacio y que el ingeniero de mezcla no notaría que es necesario, nuevamente, no por falta de habilidad, capacidad o conocimiento, sino porque está completamente inmerso en el proyecto y es mucho más fácil detectar estos casos en un sistema de monitoreo para mastering.
Por último, muchos de los procesadores que usamos, especialmente los analógicos, son diseñados para mastering y aunque exista su contraparte en plugin, el sonido no tiene el mismo "peso" cuando se trabaja con plugins que cuando se convierte al dominio analógico.
En la siguiente entrega de este blog, te diré cómo puedes tú mismo darle un proceso final a tus propias mezclas con cualquier suite de mastering.
No hay comentarios:
Publicar un comentario